Tapando edificios con estilo
Esta imagen la tomé en
el viaje de este verano a Corea. Es un edificio de la
plaza Gwanghwamun
en Seúl, en pleno centro de
la capital surcoreana.
Me llamó la atención esa forma de camuflar un edificio en obras. Lo que en
otros lugares sería un monolito cubierto por una redecilla verde o, peor aun,
un mamotreto
rodeado de andamios, aquí es un punto de interés. Qué forma tan sencilla de convertir una
posible fealdad en algo muy cercano al arte, si no por la belleza sí por la
originalidad.
El edifico en obras no afea esta zona tan turística, recién renovada además,
sino que se convierte en un atractivo temporal en sí mismo. Y no solo eso,
sino que informa con claridad de cómo era el edifico antes y de cómo quedará
al final de la reforma. No se puede pedir más.
Ir a Corea después de tres años fue casi como volver a visitar el país por
primera vez, porque me fijaba en detalles que cuando vivía allí me quedaban
ocultos por un velo de cotidianidad. Sorprenderse a cada paso , contemplar con
asombro escenas que para la mayoría no merecen una segunda mirada, es una
cualidad innata en la infancia que se va perdiendo con los años.
No perdamos la capacidad de sorprendernos. No dejemos nunca de hallar
diversión donde la multitud solo ve lo de siempre.
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