Confinamiento por coronavirus: Semana 8 - Manifiesto contra las redes sociales
Han pasado casi dos meses desde el inicio del Estado de Alarma en España debido a la pandemia de coronavirus, y el plan oficial es que esto se prolongue al menos un mes y medio más. La desescalada será lenta y la nueva normalidad llegará, pero las cosas tardarán en volver a ser como antes.
Mientras tanto, estos días me ha dado por reflexionar sobre las redes sociales, mi presencia en internet y el tiempo gastado en asuntos virtuales. No es la primera vez que digo que me estoy quitando de las redes sociales. Es un proceso iniciado hace años y del cual no solo no me arrepiento sino que lo voy a llevar un poco más allá. El siguiente paso, ahondar en la reducción de mi presencia online.
Curioso que se hable de estas cosas en un blog, lo sé. Deja que me explique.
Empecemos con las redes sociales. Voy a dar mi opinión breve sobre cada una de ellas. Facebook es un sumidero de tiempo, la mejor forma de perder horas viendo estupideces sin sacar nada en limpio; lo único útil de esta plataforma son algunos grupos sobre temáticas muy concretas, que han sustituido a las conversaciones que antes tenían lugar en los foros. Twitter es directamente tóxico y cada vez me gusta menos; por una parte las cuentas divertidas acaban derivando hacia la propaganda política, y por la otra es imposible mantener debates sanos. En Twitter la gente va a llorar y a adoctrinar ideológicamente, y nadie está dispuesto a ceder ni un milímetro en su posición. Discord lo he probado pero lo dejé rápido. Nos queda Instagram, que es una oda a la vanidad. Sobre Tumblr y Pinterest, ¿alguien los sigue usando? Del resto de redes sociales no voy a opinar porque ni siquiera me he abierto cuenta.
Hay una tendencia clara hacia sistemas de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram (Kakao en Corea), en detrimento de Facebook y Twitter. Esto demuestra que la gente se está dando cuenta de que es mejor interaccionar con personas conocidas que con cuentas de las que no se sabe quién está detrás (y digo quién pero muchas veces será un bot). Esto es un rayo de esperanza.
Hace tiempo que tengo Facebook y Twitter automatizados para anunciar nuevos contenidos en blogs o YouTube, y cada vez las uso menos de manera personal. En Instagram subo una foto de vez en cuando pero sin ninguna pretensión. Esto seguirá así.
Hablando de YouTube. No he citado esta plataforma entre las redes sociales porque para mí no es tal, sino un tipo de contenido en sí mismo. Es decir, tal como existen los blogs con plataformas como Blogger y Wordpress, existen los vídeos con plataformas como YouTube y Twitch. Este mundo me sigue gustando. Una vez liberado de la "presión" de publicar regularmente, y tras tres años de descanso casi total, últimamente me ha vuelto a picar el gusanillo. Lo que sí me gustaría es reducir mis canales de publicación y, sobre todo, evitar la tentación de crear otros nuevos.
En su momento llegué a tener cinco blogs con otros tantos dominios, de los cuales quedan con cierta actividad o contenidos de interés tres. En los próximos meses trataré de unificar todo en Eurowon, un único blog para dominarlos a todos. Me interesa mantener una bitácora personal porque me gusta tener un espacio propio donde volcar mis intereses y reflexiones.
En YouTube mantengo dos canales, uno generalista y otro sobre juegos. También tengo un espacio en Twitch para videojuegos, pero esto debería abandonarlo. De momento ahí se queda todo, pero el tiempo dedicado seguirá siendo irregular.
Un punto importante a comentar es que, en relación con todo esto, el mejor consejo es centrarse en una sola plataforma y un único tema, volcando todos los esfuerzos hacia ese único canal. Sin embargo, esto no encaja mucho con mi yo actual, ya que me gusta dispersarme y tocar en muchos campos. Lo de la concentración es un buen consejo para quien busca sobre todo monetizar su tiempo online, pero yo de momento no estoy en esa situación.
Por cierto, desde hace tres años el contenido online al que más tiempo dedico como consumidor, y de largo, son los podcasts. Estoy enganchadísimo a varios y me parecen la mejor forma de aprender cosas nuevas sobre temas de mi interés sin tener la sensación de perder el tiempo, ya que se pueden consumir mientras se realizan otras actividades como conducir, planchar o pasear, además de poderlos escuchar a velocidad 1,5x o mayor. Estoy escuchando cada año el equivalente a 40 o 50 días de podcasts. Haz la cuenta de cuánto es esto.
Termino con una declaración de intenciones de cara al futuro, con tres puntos:
- Automatizarás las redes sociales y limitarás al máximo tu uso personal de ellas.
- Mantendrás un número limitado de canales: el blog Eurowon y su canal de YouTube, y el canal de Eszipe en YouTube y Twitch.
- No te impondrás ninguna frecuencia de publicación más allá de la que te salga de las pelotillas.
- Evitarás abrir nuevos canales en plataformas de contenido o cuentas en redes sociales, salvo que sea imprescindible para algún proyecto serio.
Todo esto se resume en una máxima: Da prioridad a las personas que tienes cerca sobre las cuentas sociales virtuales, ya que una interacción con una persona real vale más que horas enteras de interacciones digitales.
Y esto es todo por esta semana. Seguimos bien, acabamos de celebrar once años de matrimonio y encaramos el verano con optimismo. Espero que a ti te vaya muy bien, dentro de la situación difícil que afrontamos. Un abrazo para todos.
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