De vuelta en las Españas

Casi un mes sin postear. Esto debe ser un récord para este blog en muchos años. A ver cómo se hacía esto... Ah, sí. A ver, que tengo una noticia que dar: la familia se ha trasladado de vuelta a España.

Eso significa que hemos puesto final a nuestra etapa de vida en Corea del Sur. Han sido siete años muy satisfactorios en muchos sentidos, pero hemos decidido dibujar un nuevo punto de inflexión y en este post intentaré explicar las circunstancias. O, casi mejor que en unos párrafos, te lo cuento en un vídeo.

Lo que digo en el vídeo es básicamente lo que hay. Hace unos meses asumimos que, por una serie de razones, a largo plazo estaríamos mejor en España que en Corea. Ya me había casi rendido en la búsqueda de un empleo profesional en Corea, y lancé un par de consultas laborales a España. Una empresa recogió el guante y ya no lo soltó; todo se aceleró más de lo que planeaba y dimos el salto antes de lo pensado. Al principio nos planteábamos hacer el cambio el próximo año, pero las oportunidades surgen cuando ellas quieren y no cuando a uno le vienen bien. Y como no está asegurado que se repitan, lo mejor es agarrarlas en cuanto asoman la cabeza.

Lo más curioso es que, al mismo tiempo que hablaba con la empresa de Vigo, un amigo me presentó a una empresa coreana que también me empezó a tirar los tejos. Esto demuestra dos cosas. La primera, que la mejor forma de conseguir empleos en Corea es a través de una red de contactos. La segunda, que la vida se ríe de nosotros.

Esa oportunidad que habría recibido con una gran sonrisa de alivio en cualquier momento de los siete años que pasé buscándola en Seúl, nos puso en la difícil (bendita dificultad) situación de tener que tomar una decisión en muy poco tiempo. ¿Corea o España? Tras sopesar mucho el tema, decidimos que, aunque a corto plazo estábamos más cómodos en Seúl y yo quería sacarme la espinita de trabajar como ingeniero en Corea, a medio plazo lo mejor era regresar. Los motivos los esbozo en el vídeo, aunque creo que es más completa la explicación que di hace ya más de un año, cuando la idea empezaba a arraigar en mi mente.

La mudanza la organizamos en un par de semanas. Yo me vine con las niñas. Y seis maletones que nos fueron llegando luego por fases. Enviamos unas pocas cajas de ropa usada por barco, con la esperanza de que no nos cobren por recibirlas. Tiramos a la basura montones de cosas que rápidamente pasaron de ser consideradas útiles a estorbos. Y Miyoung aún tiene unos asuntos que cerrar, por lo que vendrá en unas semanas. Esperamos que rapidito, porque todos la echamos de menos.

Pantallas, pantallas everywhere.

Yo ya estoy trabajando; de hecho grabé el vídeo y escribí este post desde un hotel de Lisboa, una ciudad que parece que tendré que visitar bastante. Las niñas ya están yendo al colegio, y muy contentas además. Los abuelos españoles, tras siete años siendo abuelos por Skype, por fin ejercen como abuelos cercanos. Y los abuelos coreanos son la cruz de la moneda, ya que nuestra marcha los ha dejado bastante tristes. Es lo peor de los matrimonios internacionales, que al menos una de las partes debe estar lejos de los suyos.

Kit de supervivencia de Air France para pasajeros que deben pasar más de 24 horas en un hotel
por culpa de un retraso en el primer vuelo.

Termino el vídeo con dudas sobre el futuro de este blog y el canal de YouTube. Tras siete años de algo parecido a vacaciones vuelvo a tener un trabajo de verdad, con lo que ello conlleva en cuestión de horarios y cansancio. Tengo claro que el blog seguirá con vida porque ya es una parte de mí, casi como un diario personal público, pero también asumo que sus momentos de mayor actividad y popularidad ya han pasado.

Y esto es todo lo que tenía que decir, que no es poco. Os envío un fuerte abrazo a todos, y nos vemos por las redes.

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