Regalos para celebrar una mudanza coreana

Si me sigues por alguna red social quizá ya sepas que hace unos días me mudé de apartamento en Seúl. Ooootra vez. Los días previos fueron un poco estresantes al tener que coordinar muchas cosas para una ventana de unas pocas horas, pero por suerte todo salió bien y la mudanza fue un éxito. Ya estamos instalados en lo que será nuestro hogar durante un tiempo, esta vez sin fecha de salida a la vista porque es vivienda en propiedad. Propiedad del banco, quiero decir, pero nos la deja usar.

Recogida de todas nuestras pertenencias, traslado al nuevo edificio, cobro del depósito de parte de la propietaria, pago al nuevo edificio, resolución de papeleo, entrada con todos los muebles y pertenencias, trabajo del instalador del gas, labores del instalador de internet, tareas de instalador de cortinas... Todo esto se hizo en apenas ocho horas y aún nos dio tiempo de comer en medio de la vorágine. El sistema de mudanzas en Corea del Sur funciona de maravilla. Me imagino intentando coordinar todo eso para el mismo día en España y solo de pensarlo me entran sudores fríos. Los cuales agradezco porque el calor estival aún aprieta. Déjame pensar otra vez en una mudanza en España hecha en un solo día. Ufff, qué fresquito.

De cómo es una mudanza en Corea ya hablé hace un tiempo, así que hoy me centraré en lo que es el día después. La tradición coreana indica que en el día de la mudanza puede visitar el nuevo hogar la familia del marido, pero no la de la esposa. Como en nuestro caso mi familia está a 10.000 kilómetros, al terminar la mudanza hicimos una breve videoconferencia. Unos días más tarde vinieron los suegros coreanos, y nos trajeron esto que aparece en la foto.

Todo es práctico, pero una de estas tres cosas es un regalo tradicional e imprescindible tras mudanzas.

Como se puede ver, en Corea se suelen regalar cosas prácticas que todo el mundo usa. Nada de figuritas horteras, ni vajilla repetida, ni pequeños muebles para los cuales no hay espacio. En vez de eso se entregan mantas, detergente, toallas y papel higiénico.

Lo del papel higiénico es lo más llamativo, porque no es algo que se suela regalar. Sin embargo, es lo más tradicional de todo el lote. El papel higiénico está enrollado, y al usarlo se desenrolla (si no, lo estás haciendo mal). Este proceso de desenrollar en coreano se llama 풀다 ("desenredar"), que es una palabra que también se usa para desenredar los problemas cotidianos (일이 잘 풀리다). Así, al desenrollar el papel higiénico de alguna forma se lanzan deseos de una vida próspera y feliz. Regalar papel higiénico es equivalente a desear buena suerte en la vida del hogar recién ocupado.

Estamos muy contentos en nuestro nuevo hogar, y deseamos desenrollar mucho papel higiénico en él. Y en dos años, ya veremos.

COMPARTIR ES BUENO

Tweet

Si te ha gustado este post,
puedes ayudarme a mejorar
con un pequeño gesto :)
→ CLICK AQUÍ ←