Un par de días en Buyeo, una ciudad histórica de Corea

Me quedaban un par de días libres y tenía que gastarlos antes del final de noviembre, así que nos fuimos a disfrutar de los últimos coletazos del otoño a Buyeo, una ciudad histórica del centro de Corea del Sur en la que aún no había estado. Dejando de lado el mes que pasé en España en verano, este año ha sido flojísimo en cuestión de viajes. Será por este motivo que esta escapada de dos días nos supo a gloria.

Los viajes son muy distintos cuando se hacen en solitario o en pareja, y cambian aún más radicalmente cuando hay niños de por medio. Y si una de esas niñas tiene año y medio ya no digamos. Por eso, y porque no estuvimos más que una noche, solo alcanzamos a visitar una pequeña parte de lo que Buyeo ofrece, que es bastante más de lo que esperaba para una localidad de apenas 100.000 habitantes.

El primer día, después de un viaje en autobús de más de dos horas, visitamos el templo Jeongnimsa, convenientemente situado en medio de la ciudad. Este templo fue fundado durante la época de los Tres Reinos de Corea (57 AdC - 668 DdC), dentro de lo que era el reino Baekje (18 AdC - 660 DdC). Alcanzó su esplendor cuando Buyeo era capital del reino Baekje, un período entre 538 y 660 en que esta localidad era conocida como Sabi.

Las dos joyas del templo son la pagoda de piedra de cinco niveles y una antigua estatua de Buda muy dañada por el tiempo que se guarda dentro de la construcción situada enfrente de la pagoda. El resto de construcciones están destruidas y solo se ve la representación de la planta. Para acceder al recinto hay que pagar una pequeña entrada que también permite visitar un pequeño museo. Además, los alrededores están llenos de pequeños árboles muy hermosos en otoño.

Pagoda de pieda de Jeongnimsa.

El segundo día por la mañana visitamos el Complejo Cultural de Baekje, dedicado al reino alrededor del cual gira todo el atractivo turístico del lugar. Este complejo fue construido recientemente y representa varias puntos destacados de Baekje. Pagando 4.000 wones se tiene acceso a un museo de dos plantas dedicado a Baekje y a un recinto lleno de reconstrucciones de la época.

Todo este complejo cultural fue construido recientemente -el museo abrió en 2006 y las reconstrucciones en 2010- para atraer turismo a Buyeo. En vez de visitar ruinas en diferentes puntos, algunos de difícil acceso, este complejo permite ver reproducciones en buen estado de lo más importante. Esta es una gran ventaja a la hora de hacer turismo con niños.

En el museo, que por cierto está en coreano con muy pocas explicaciones en inglés, se hace hincapié en que el origen de la cultura japonesa está muy influenciado por la antigua Corea, llegando a citar un posible origen coreano de la familia real japonesa, algo que Japón por supuesto niega.

Maqueta de la pagoda de Neungsa, en el museo sobre Baekje.

Al entrar en la zona de reconstrucciones se puede ver una representación de cómo eran los edificios palaciegos de Sabi. A la derecha hay una representación del templo Neungsa y su gran pagoda de madera de cinco niveles. Detrás del templo está Gobungongwon, una serie de tumbas de nobles que fueron traídas aquí desde otras ubicaciones.

Reconstrucción de la pagoda de Neungsa, en el complejo cultural.

A la izquierda de las tumbas hay una colina con un mirador que ofrece buenas vistas de todo el recinto. Al otro lado de la colina hay sendas representaciones de una aldea de Baekje y la fortaleza Wiryeseong, que fue capital de Baekje desde su fundación en el año 18 AdC hasta el año 475.

Reconstrucción de una aldea de Baekje y, a la derecha, fortaleza de Wiryeseong.

Aparte de atraer turistas con intereses culturales, el complejo incluye un outlet muy completo y un hotel, ambos de Lotte. El hotel es nuevo y bastante bien equipado. El precio puede ser un poco alto, pero de vez en cuando hay ofertas, sobre todo en los cambios de temporada como en esta época.

El hotel cuenta con un parque acuático, que fue la verdadera razón por la que visitamos este lugar. De todos los parques acuáticos de este estilo que visité en Corea, y ya van varios, creo que este es el que más me gustó. El agua estaba muy limpia y a una temperatura ideal, la piscina cuenta con entretenimientos para niños -como cañones de agua-, y la zona de sauna también estaba muy bien. El hecho de que hubiese muy poca gente también ayudó a que lo disfrutásemos más, pero incluso obviando ese detalle mi impresión fue muy buena.

En el apartado gastronómico, nada especial. El único plato típico de la zona que probamos fue arroz cocinado en hojas de loto, que es algo que me encanta. Cabe destacar que los restaurantes de la ciudad no son tan baratos como deberían -se nota que acuden muchos turistas- y que en la zona del complejo cultural hay más y mejores opciones en el outlet que en el hotel.

Galbitang, sopa de costilla de vaca.

Shin ramyeon y cerveza.

Arroz cocinado en hojas de loto.

Ramen japonés coreanizado.

Por último, al igual que en la escapada del año pasado a Sokcho, uno de los grandes atractivos fue el otoño. Tomé un montón de fotografías a árboles de todos lo colores, que luego fui subiendo poco a poco a mi Instagram, de donde las saqué para cerrar este post.


En conclusión, Buyeo es una ciudad muy interesante que merece la pena visitar si se vive en Corea o se hace un viaje de varias semanas. En caso de un viaje de una o dos semanas hay puntos más interesantes. Nosotros lo visitamos por primera vez y nos gustó, por lo que supongo que volveremos para ver algunas de las atracciones que nos perdimos en esta breve primera visita.

→ El Complejo Cultural de Baekje tiene esta página web oficial.

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