Ya estamos de vuelta en Corea del Sur después de pasar cuatro ocupadas pero tranquilas semanas en mi Galicia natal. Esta vez tenía muy claros los objetivos del viaje: trabajar desde casa y gastar el menor número posible de mis escasos días de vacaciones, disfrutar con tranquilidad de mi familia y amigos, comer tantas cosas ricas como me fuera posible, lograr que Sonia se soltase a hablar español, y regresar sanos y salvos a nuestra casita en Seúl. Cinco de cinco, en este sentido el viaje fue un éxito rotundo.
Hay parques en los que las atracciones son los árboles y su sombra.
Trabajé desde casa sin incidencias con internet, exceptuando un pequeño susto el día que el router se negaba a arrancar. Incluso pude aprovechar algún rato libre para poner orden en mi colección apiñamiento de fotos digitales y un par de tardes para revisar viejos tiempos y tirar varias cajas de recuerdos a la basura. Misión cumplida.
Cada atardecer era más hermoso que el anterior.
Me reencontré con familia y amigos, dos conjuntos en parte solapados. En este sentido el paso del tiempo es muy extraño. A veces parece que hace siglos que salí del pueblo, y otras veces parece que me marché aún ayer. Cuando no estoy todo me parece muy lejano en el tiempo y en el espacio, pero luego vuelvo y es como si nunca me hubiese ido. Esta vez, sin tener el viaje de regreso a la vuelta de la esquina ya desde el principio, pude disfrutar con calma e ir viendo a mis gentes poco a poco. Tan poco a poco que al final tuve unos últimos días un poco ajetreados, pero conseguí ver a casi (casi) todas las personas que pretendía ver.
Mi primera hoguera de San Juan en doce años.
En cuatro semanas da para comer mucho. Jamón, pan de maíz, churrasco, empanada, pulpo á feira, sardinas asadas... cada día era una fiesta gastronómica. Incluso placeres sencillos como pan, queso, chorizo y una buena cerveza parecen saber mejor en casa. Saber que fueron comprados a un precio asequible ayuda a mejorar el sabor, por lo visto.
Hay escenas a las que nunca das importancia hasta que un día tiras una foto y te sorprende el resultado.
El objetivo principal era lograr que mi hija mayor se soltara a hablar en español. Aunque en Corea yo le hablo siempre en español y me entiende, ella responde en coreano porque yo soy una isla en el mar de coreano que es el resto de la familia, la televisión, los otros niños, la guardería y cualquier persona de su entorno.
Gatitos y pollitos en paz y armonía. Pero vigilados, por si acaso, que la naturaleza es muy suya.
Los primeros días estaba un poco perdida y se defendía hablándome a mí para que le tradujese, pero en menos de una semana empezó a hablar ella también en español. Al principio con su docena de palabras, y cada vez con más palabras nuevas y estructuras gramaticales más complejas. Al final regresó a Corea hablando español de forma fluida, con muchas lagunas de vocabulario y bastantes incorrecciones de todo tipo, pero con un nivel suficiente para continuar avanzando en el idioma hasta el próximo viaje.
Pizza hecha a mano con cerveza y refrescos al lado de la playa en un bonito atradecer.
Tal como decía, pese a tener trasbordos en tiempo récord, regresamos a Corea sanos y salvos y ya estamos otra vez metidos de lleno en nuestra rutina diaria. No puedo decir que esté contando los días para la próxima visita porque no tengo ni idea de cuándo podrá ser, pero no niego que me gustaría volver pronto. Primero, por mi propio bienestar, y segundo para que Sonia dé otro tirón y pase a hablar español aún mejor. Y para ir metiendo a Elsa en el idioma de Cervantes, que esa tarea está a punto de empezar.
Churrasco con brasas de carozo, momento ideal para un poco de cuñadismo.
Fruta fresca directamente del árbol. Poco más se puede pedir.
No puedo dejar la oportunidad de realizar una ronda de agradecimientos, que van para:
Mis padres, por cuidar de nosotros y olvidar que por mi culpa disponen de muy pocas oportunidades para disfrutar de sus nietas.
Mi hermano, por estar llevando muy bien la transformación de buen chaval a hombre intachable.
Resto de familia, por recibirnos como si hubiésemos ganado una medalla o algo.
Mis amigos de toda la vida, porque cada vez que regreso siento como si nunca me hubiese ido.
Las vecinitas, porque gracias a sus juegos Sonia regresó hablando español.
Sardinas asadas con pan para mojar, lujo barato del verano.
Pulpo á feira, tan inevitable como imprescindible.
En este viaje también realicé un experimento. Grabé escenas cortas con el móvil desde que salí de casa en Seúl hasta que regresé. Ahora las uní, recortando segundos vacíos, y el resultado es un vídeo de siete minutos que resume cómo fue el viaje. Me gusta cómo quedó, y creo que lo haré más veces.
Espero que te haya gustado el vídeo, y hasta el próximo post.
Nada como volver a Galicia e reencontrarse coa xente. Boísima elección coa Estrella Galicia. Eu cando vivía fora tamén eran días especiais cando volvía. Saúdos e a coidarse.
Me llamo José, soy otro español viviendo en Seúl (y ya somos...). Quería hacerte una pregunta un poco tonta pero muy importante para mí! ¿Sabes si en alguna parte de Seúl venden la cerveza Estrella Galicia? Es mi cerveza española favorita y me gustaría compartirla con mi novia...
He comprado en más de una ocasión 1906 en Emart Empezó a 1600 wones y luego subió a 2000, un poco cara pero al nivel del resto de importadas. La Estrella Galicia normal no recuerdo haberla visto.
Que te consientan mucho,q t traten muy bonito ps, en el buen sentido,cuando un familiar se ausenta por mucho tiempo y luego vuelve por un cortito d tiempo con su seres queridos yo les digo vamos a engreír lo para q nos extrañe...... ;)
No sé cómo serán los tuyos, pero te aseguro que después de un mes con las mías no necesitaríais un spa sino una terapia de rehabilitación con fisioterapeutas expertos y psicólogos especializados.
Nada como volver a Galicia e reencontrarse coa xente. Boísima elección coa Estrella Galicia. Eu cando vivía fora tamén eran días especiais cando volvía. Saúdos e a coidarse.
ResponderEliminarE tan especiáis, bótanse de menos cousas que estando ahí nin se miran.
EliminarHola Felipe,
ResponderEliminarMe llamo José, soy otro español viviendo en Seúl (y ya somos...). Quería hacerte una pregunta un poco tonta pero muy importante para mí! ¿Sabes si en alguna parte de Seúl venden la cerveza Estrella Galicia? Es mi cerveza española favorita y me gustaría compartirla con mi novia...
Muchas gracias
He comprado en más de una ocasión 1906 en Emart Empezó a 1600 wones y luego subió a 2000, un poco cara pero al nivel del resto de importadas. La Estrella Galicia normal no recuerdo haberla visto.
EliminarHola Felipe,no hay nada como volver a casa y q tus padres t engrían mucho, eso es lo máximo!!...............................cuidate mucho Felipe ;)
ResponderEliminar¿Qué es eso de "engrían"? Le doy vueltas pero no entiendo...
EliminarQue te consientan mucho,q t traten muy bonito ps, en el buen sentido,cuando un familiar se ausenta por mucho tiempo y luego vuelve por un cortito d tiempo con su seres queridos yo les digo vamos a engreír lo para q nos extrañe...... ;)
EliminarPues sí, está en la RAE y todo... Gracias por enseñarme un palabra nueva.
EliminarMis padres me engrían, yo engrío a mis niñas, todos nos engríamos :D
Me dice Vane que el próximo año nos mandas a tus niñas en Julio y nosotros te enviamos a los nuestros. ...
ResponderEliminarEn agosto nos vamos los padres a un spa....
No sé cómo serán los tuyos, pero te aseguro que después de un mes con las mías no necesitaríais un spa sino una terapia de rehabilitación con fisioterapeutas expertos y psicólogos especializados.
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