Un mesecito en España, aunque sea trabajando

Cuando salga publicado este post yo estaré en algún lugar sobre Rusia, montado en un avión que me lleva a Galicia. Más de dos años después, regreso a mi tierra natal, donde en esta ocasión podré estar cuatro semanas.

No estaré de vacaciones sino trabajando, porque trabajar desde casa también se puede hacer desde otro país. Esto me permitirá estar más del período normal de 10 días al que me vería limitado si fuera de vacaciones, así que es una buena solución. Es una pena no poder ir en agosto para probar mis añoradas peras limoneras, pero junio y julio tampoco son malos meses.

Hace ya cinco años desde que me trasladé a Corea del Sur. Haciendo las cuentas, ya llevo más tiempo en Seúl del que pasé en Irlanda. Lo más curioso es que estos cinco años se me pasaron volando. Supongo que es por haber estado tan atareado con la familia, los trabajos y diversas ocupaciones.

La familia es, precisamente, la principal razón de este viaje. Sonia necesita unas semanas de inmersión lingüística en español para ver si se suelta un poco con el idioma. En Seúl todo es coreano y yo soy el raro que le habla de manera diferente, por lo que se está acostumbrando a escucharme español pero responderme en coreano. Eso de que los niños de parejas internacionales hablan ambos idiomas de forma natural es un cuento. Conseguir que hablen más de un idioma requiere un gran esfuerzo por parte de todos, tanto de los padres como del niño. Veremos cuánto avanza en este mes.

Mientras esté en España intentaré seguir con el ritmo de publicación de posts, incluidos los resúmenes de actualidad. Tengo varios borradores en el bolsillo por si la tentación de la playa fuese demasiado fuerte. Oh, la playa, ni me acuerdo de cuándo fue la última vez que me bañé en el mar.

Algo que tengo claro es que, después de tanto tiempo en Seúl, me tomará unos días acostumbrarme de vuelta a algunas cosas comunes en Galicia. Haciendo un repaso rápido, seguro que me sorprende...

• Que haya pan para comer, en vez de arroz o kimchi.
• Que los coches paren en los semáforos y los pasos de cebra.
• Que el cielo sea azul y la noche negra.
• Que no haya ancianos recogiendo cartones por la calle.
• Que haya calles por las que es mejor no caminar de noche.
• Que los cafés sean baratos, pero pequeños y rapiditos.
• Que la gente no me cierre la puerta en la narices.
• Que las chicas muestren más escote que piernas.
• Que no se pueda dejar el móvil sobre la mesa en una terraza.
• Que en la playa la gente lleve una sola prenda de ropa.
• Que haya gente sin oficio ni beneficio.
• Que los perros no lleven zapatitos ni maquillaje.
• Que los coches sean de colores.
• Que a veces la sobremesa se alargue durante una hora, o más.

En fin, que ya voy llegando. Si todo va bien, nos leemos el viernes :)

→ Puedes ver cómo fue el viaje en este otro post.

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