Dongmyo, un santuario chino en Seúl
El santuario Jongmyo, dedicado a los reyes y reinas de la dinastía Joseon, es una de las principales atracciones históricas de Seúl. Lo que poca gente sabe es que un poco más al este, no muy lejos de Jongmyo, hay un santuario llamado Dongmyo que, pese a ser de menor tamaño, también resulta muy interesante. Este santuario es el único que se conserva de los cuatro santuarios chinos que se construyeron en Seúl a principios del siglo XVII, y hoy en día permanece semiolvidado en un barrio más famoso por albergar el mayor mercadillo de Seúl que por sus atracciones históricas.
En 1592 Japón invadió Corea dando comienzo a las guerras Imjin. Corea logró expulsar a las fuerzas invasoras, gracias al famoso almirante Yi Sun-sin y sus no menos famosos barcos tortuga, pero también gracias a las tropas de refuerzo enviadas por la dinastía Ming de China. Estas tropas chinas tenían sus propias creencias, entre las cuales estaba la adoración del comandante Guan Yu, un guerrero chino nacido en el año 162 y muerto en combate en 219. Las tropas chinas veneraban a Guan Yu y hacían sacrificios en su honor, y los regentes de Joseon decidieron recompensar a estas tropas por su ayuda construyendo santuarios en honor de su dios de la guerra.
En el año 1601, una vez finalizadas las guerras Imjin, se construyeron cuatro santuarios en honor a Guan Yu en la ciudad de Seúl. Cada uno de estos santuarios estaba en uno de los cuatro puntos cardinales, siendo el del este el mayor de ellos. Hoy en día solo se conserva uno de estos santuarios, precisamente el del este. Este santuario, cuyo nombre completo es Donggwanwangmyo (동관왕묘, santuario Gwanwang del este), es conocido coloquialmente como Dongmyo (동묘, santuario del este) y está situado justo enfrente de la parada de la línea 1 del metro de Seúl que lleva su nombre.
Dongmyo es un santuario sencillo, consistente en un edificio principal y tres auxiliares. Está rodeado por un muro antiguo, que conforma lo que hoy en día se conoce como parque de Dongmyo (동묘공원). Yo vivo cerca y paso delante de este santuario casi a diario, pero entré pocas veces. Estas fotos son de hace unas semanas, un día que decidí ir a fotografiar el santuario poco antes de que el invierno acabase con los bellos colores dorados y rojizos del otoño.
Dongmyo tiene una única puerta, enfrente de la cual hay un pequeño pabellón que sirve de barrera de entrada. Al fondo está el edificio principal, donde se realizaban los sacrificios, y en el cual se conservan estatuas de Guan Yu y sus generales.
Las cinco figuras protectoras de las cornisas indican que este edificio era bastante importante, ya que solo los edificios habitados por el rey tenían siete figuras. Elevando un poco la vista pueden verse muchos detalles.
Bajando la vista al suelo también hay mucho que ver, ya que a ras de tierra también hay varias figuras protectoras. Por ejemplo, este dragón y este haechi.
Como se puede ver en estas fotografías, el santuario Dongmyo es pequeño pero bonito, sobre todo en otoño. Los expertos dicen que hay varios detalles propios de la arquitectura china, muy poco comunes en Corea. Por ejemplo, el edificio principal tiene dos partes opuestas y unidas por el interior. Los muros de ladrillo también son inusuales en santuarios y templos coreanos, pero muy comunes en santuarios chinos como estos que vi en Hong Kong.
Aunque no se permite la entrada en los edificios, a través de los barrotes puede verse el interior de algunas salas. A la derecha está la estatua de Guan Yu, representado con una larga barba y una túnica verde. A la izquierda, una sala secundaria.
En algunas fotos se puede apreciar que Dongmyo está flanqueado por edificios de apartamentos tanto al norte como al sur. Esta zona es bastante antigua y la mayoría de edificios son viejas villas, pero las grandes compañías están remodelando los alrededores poco a poco.
De vuelta al exterior puede verse la piedra que indica el nombre del parque. Y si ampliamos un poco más la vista podemos ver los vendedores ambulantes que cada invaden estas calles y la multitud de ajeossis que van de puesto en puesto buscando algo de su interés.
Muy cerca de Dongmyo se encuentra el Mercado de Pulgas de Seúl, que es el mayor mercadillo de antigüedades y rarezas de la ciudad. Este mercado tiene dos plantas abarrotadas de vendedores y mercancía, y todas las calles de los alrededores son una extensión del mercado. De la mañana a la noche, en invierno o en verano, esta zona está siempre llena de vendedores ambulantes y ajeossis curioseando.
El ambiente es curioso para una visita de vez en cuando pero poco agradable para vivir. Sin embargo, hay algo que ni siquiera un ejercito de ajeossis puede estropear, que es la belleza de un muro tradicional coreano en contraste con los colores del otoño.
Si vives en Seúl, o si vienes de visita por varios días, recomiendo perder una tarde en esta zona. Puedes visitar el mercadillo, continuar con el santuario Dongmyo y después caminar por el Cheonggyecheon hasta llegar a Dongdaemun, la central de la moda en Corea del Sur, y disfrutar del espectacular ajetreo nocturno.
Corea llama
ResponderEliminarDongmio parece un oasis entre los rascacielos, un lugar donde el tiempo se ha detenido. La posibilidad de encontrar algún tesoro o de curiosear simplemente, la barbacoa... todo llama.
I.