Puesta de sol en Seúl, vista desde Naksan

La foto que abre este post, tomada en septiembre de 2012 con mi móvil, era hasta hace bien poco la única imagen que tenía de una puesta de sol en Seúl, pese a que llevo más de tres años viviendo en la capital de Corea del Sur. Es lo que pasa cuando vives en un sitio, que la facilidad con la que puedes hacer cosas y visitar lugares hace que lo vayas dejando todo para más adelante, en contraste con la urgencia de hacerlo todo cuando visitas una ciudad por muy poco tiempo (ejemplo aquí).

Es verdad que el clima hace imposible disfrutar de las puestas de sol en verano, debido a que la altísima humedad envuelve la ciudad en una bruma perenne que forma un horizonte gris muy poco fotogénico. Es verdad. Pero es una vergüenza que después de tantos otoños nunca me hubiera lanzado a subir a una colina al atardecer.

El sol, acercándose al horizonte en una tarde sin nubes pero con bastantes partículas en suspensión.

Lo arreglé el día que hice mi última "excursión de oficina", justo después de despedirme de lo que fue mi trabajo durante casi tres años. Regresaba a casa con un compañero de oficina cuando vimos que el sol se estaba acercando al horizonte, y que las malditas partículas en suspensión provocaban un hermoso tono dorado en el horizonte.

Al cruzar el Cheonggyecheon, el sol ya no se veía.

Lo que siguió fue una carrera entre nosotros y el sol. Nosotros subíamos una colina, cargados con nuestras cámaras, mientras que el sol se deslizaba cuesta abajo...

Al subir a la colina de Naksan, el sol volvía a estar visible sobre el horizonte.

La gran bola de fuego, a punto de ocultarse.

Un poco más arriba, el sol sobre el tejado de un hanok de Naksan.

Habríamos ganado nosotros si el astro rey no hubiese jugado su última carta, que es la capa de polvo y contaminación que cubre el oeste de Seúl. Poco antes de llegar al lugar desde donde podríamos tomar hermosas fotos del momento, el sol se escondió tras la nube gris y desapareció.

Antes de tocar el horizonte, el sol se refugió tras una densa capa de contaminación.

Esto no debería ser un gran problema, porque esa misma colina está muy cerca de mi casa, pero hay una dificultad que antes no existía. Ahora trabajo por las tardes, y no puedo salir a fotografiar el sol poniente. Podría salir a retratar amaneceres, pero no son tan bonitos, los puntos buenos me quedan más lejos, y además tendría que madrugar.

Una foto poco común del doble sol sobre Seúl.

Como curiosidad dejo esta última foto, tomada en el momento justo en que el sol estaba a punto de desaparecer. A veces se produce un curioso efecto óptico que provoca que el ojo humano capte dos soles cuando en realidad hay uno solo, provocado por la superposición de... Bah, que no, que es un truco cutre que hice en casa combinando dos fotos tomadas desde el mismo punto con un par de minutos de diferencia. Perdóname la broma ;)

✈ Estas fotos fueron tomadas en la excursión a Daehangno que hice en mi último día con la oficina donde trabajaba hasta hacer unas semanas.

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