Samsung Lions tripiten como campeones de la liga coreana de béisbol

Hace tres años, cuando llevaba apenas unos meses en Corea, me sorprendió ver el fervor que levantaban las series finales de la liga coreana de béisbol. Tras nacer en un país que reverencia un balón de fútbol como la nueva encarnación de dios, y haber pasado unos años en un país que presume de tener como deporte nacional el juego más rápido del mundo, me dejó un poco descolocado comprobar de primera mano que el deporte rey en Corea es el béisbol. Más que el deporte más popular, se podría decir que el béisbol es el único deporte popular en Corea. El fútbol solo se sigue cuando juega la selección, del baloncesto no se sabe nada desde los 80 (pese a haber fichado algún gran jugador), el balonmano es casi desconocido, y así podríamos ir enumerando deportes hasta acabar con el santoral.

Foto del Chosun Ilbo.

Pues bien, decía que hace tres años se proclamaron campeones los SK Wyverns de Incheon, arrasando en la final a los Samsung Lions de Daegu. Al año siguiente, en 2011, los Samsung Lions se tomaron la revancha frente a SK. Un año más tarde, en 2012, se repitió la misma historia con Samsung venciendo a SK. Y ahora, hace apenas unos días, Samsung se ha adjudicado el tercer campeonato consecutivo al vencer en la final a los Doosan Bears de Seúl por 4-3. Es la primera vez que un equipo logra tres campeonatos consecutivos desde que los Haitai Tigers cuatripitieran título a finales de los 80.

Tras finalizar la temporada regular en primera posición de la liguilla de nueve equipos (sí, en Corea solo hay nueve equipos profesionales), Samsung se quedaron esperando rival para disputar la final. En cuarta posición de la liguilla terminaron los Doosan Bears, que se impusieron a los LG Twins en cuartos de final y a los Nexen Heroes en semifinales, plantándose contra todo pronóstico en la gran final. Nunca antes el cuarto clasificado había ganado el título, y Doosan parecía acariciar ese nuevo hito al adelantarse 1-3 en la final. Sin embargo, no fueron capaces de ganar el partido que les faltaba y Samsung terminó remontando e imponiéndose por 4-3. Fue la primera vez que un equipo remonta un 1-3 adverso en la final, y también la primera vez que un equipo es campeón de la liguilla y de los play-offs por tres años consecutivos, así que al final en vez de un hito se establecieron dos.

Dentro de los aburrido que es el béisbol, esta final estuvo entretenida debido a la emoción por saber si acabaría saltando la sorpresa. Ahora los equipos descansarán hasta primavera, cuando comenzará una nueva edición de la liga coreana de béisbol. Alguno ya no estará en Corea, ya que el pitcher Oh Seung-hwan, especializado en rematar partidos, ha obtenido permiso de su equipo para fichar por un equipo de las grandes ligas estadounidenses o de la liga de Japón, que es donde se mueve dinero de verdad. Se unirá así a la lista de jugadores coreanos que triunfan en el extranjero, como el bateador Lee Dae-ho o el pitcher Ryu Hyun-jin.

Curioso el sistema de contratos en la liga profesional de béisbol de Corea, por cierto. Los jugadores de las ligas universitarias y de jóvenes son escogidos por un equipo en una especie de draft, y a partir de ese momento son "propiedad" del equipo por un período de entre 5 y 10 años. Solo entonces, cuando finalizan contrato y han cumplido un período mínimo en el equipo, pueden fichar por otro club. Pero aún así están limitados a fichar por otro equipo coreano, y si desean irse al extranjero deben pedir permiso a su antiguo club. De locos, pero ejemplifica bastante bien algunas particularidades de las relaciones empresas-trabajador en Corea.

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