Fin de semana largo en Namhae, una bonita isla del sur de Corea
Este verano nos escapamos un fin de semana a Namhae (남해), una isla del sur de Corea bastante popular como destino turístico. La empresa regaló un par de noches de hotel y a nosotros nos tocó el esplendoroso Hilton de Namhae. Claramente, una oportunidad así no se podía dejar escapar. En vez de una habitación disponíamos de un pequeño apartamento con dos habitaciones, así que aprovechamos para devolver a mis suegros uno de los muchos favores que tan frecuentemente nos hacen. Del hotel ya hablaré en otro ocasión, que lo merece, pero en este post voy a limitarme a enumerar todo lo que vimos y comimos. Si tienes hambre o no has disfrutado de vacaciones este año hazte un favor y no lo leas ;)
DÍA 1 – llegada
En Namhae nos movimos en coche. Hay autobuses locales, pero la frecuencia no es la misma que en una ciudad, por lo que un coche es mucho más práctico. De camino al hotel pasamos por un grupo de casas que se pusieron el nombre de Pueblo Norteamericano (미국마을) en un intento de destacar sobre el resto. Ahora se han convertido en una pequeña atracción turística y acude bastante gente para darse un paseo. En nuestro caso nos lo saltamos.
La idea del pueblo norteamericano no es tan original como parece, ya que es una copia del Pueblo Alemán (독일마을) que está a un par de kilómetros de distancia. Este pueblo sí nació espontáneamente, cuando varios alemanes, coreanos que habían vivido en Alemania y parejas germano-coreanos se trasladaron a lo alto de una colina y construyeron casas al estilo alemán. Poco a poco se fueron uniendo más personas y ahora ya hay medio centenar de casas, algunas de las cuales son solo residencias vacacionales. El trajín de gente paseando u tomando fotos es incesante pero a mí no me pareció para tanto, será que estoy muy acostumbrado a ver casas de ese estilo.
DÍA 2 – calor abrasador
El primer día completo lo comenzamos en el Bosque Recreativo de Namhae (남해편백자연휴양림), una montaña con senderos para pasear entre los árboles. Como puntos a favor, la naturaleza y una vistas preciosas. Como puntos en contra, el tremendo calor y las casas que construyeron en el bosque, con lo que eso significa en tráfico, ruido y desperdicios. Además, parece que la temporada de lluvias pasó de largo por Namhae, ya que se quejaban de que las últimas gotas habían caído en mayo. Debe ser verdad, porque los riachuelos estaban secos y los senderos polvorientos. Los árboles, eso sí, lucían en todo su verdor. A veces no me explico cómo resisten en un clima tan poco propicio.
Cerca de este bosque está el Centro de Mariposas de Namhae (나비생태관), que visitamos en una clara demostración de que los niños alteran los planes de viaje de los adultos. Este lugar muestra una colección de mariposas disecadas de todo el mundo y una galería educativa sobre orugas. También hay un invernadero con bastantes mariposas, que no tiene demasiado interés porque en verano todo Namhae está lleno de mariposas. Y los animales, insectos incluidos, es mejor verlos en libertad, o al menos eso opino yo.
El siguiente punto fue lo mejor del viaje con diferencia. El templo Boriam (보리암) es un pequeño centro budista en lo alto de una montaña, desde el cual la vista de la costa es sencillamente espectacular. Subir fue una tortura por el sol abrasador y los casi 40 grados de temperatura, pero mereció mucho la pena.
Aparte del precioso templo y las sobrecogedoras vistas, hay un sendero para ir desde el templo hasta un lugar con mucha historia, ni más ni menos que el punto donde el rey Taejo decidió fundar la dinastía Joseon en 1392. Este lugar se llama 태조 이성계 기도하신 곳 (lugar donde rezó el rey Taejo), y si se visita Boriam no hay excusa para no acercarse hasta él. Eso sí, ojo que el sendero para llegar no es sencillo.
No podíamos visitar un lugar como Namhae en verano y regresar sin haber ido a la playa, estaba claro. La primera desilusión fue descubrir que la playa en vez de arena consistía en cantos rodados. Al menos al agua estaba calentita, pero no duramos en ella ni 10 minutos. No contábamos con que habría una legión de medusas esperando por nosotros. Una de ellas picó a Sonia en una pierna, causando un par de días de fiebre y una marca que aún tiene. Las medusas en la costa sur de Corea no son una broma.
DÍA 3 – terrazas y regreso
El último día, antes de emprender el viaje de regreso, visitamos un pueblo bastante famoso llamado Gacheon (가천). Este lugar es famoso por las terrazas que los aldeanos construyeron para poder cultivar las laderas de la montaña sobre la que se asientan las casas. Bueno, por eso y por unas grandes rocas en forma de genitales. Es bonito, las vistas son otra vez preciosas, y además aún no está enfocado al turismo sino que sus habitantes siguen manteniendo un estilo de vida tradicional. Bueno, todos no, el tendero ya aprendió esa costumbre tan internacional del timo al turista y nos cobró 5.000 wones (3 eurazos) por tres helados de hielo.
GASTRONOMÍA
Tuvimos ocasión de probar varios platos diferentes, casi todos relacionados con el mar, como no podía ser de otra forma en una isla. Empezamos con un clásico del sur que no es difícil de encontrar en otras partes de Corea, la anguila a la brasa (장어 구이).
El siguiente plato es más sencillo, pero con la particularidad de que los platos de acompañamiento eran distintos de lo que se suele tomar en Seúl y además estaban todos buenísimos. La guinda fueron un par de pescaditos a la plancha. Comida sencilla pero fantástica por 5.000 won (3 eurillos).
Lo más típico de Namhae que probamos fue un guiso de anchoas (멸치쌈밥) que pese a su aspecto no es demasiado picante. Los acompañamientos también eran de gran calidad, y el pez sable que pedimos para Sonia estaba increíblemente bueno.
El último día, ya en el viaje de regreso, paramos a comer en un pequeño restaurante en el que me di el gustazo de comer un pescado a la brasa. No sé qué pescado era, pero estaba preparado como a mí me gusta: asado al fuego y sin salsa. Aunque vivimos cerca de un callejón que también sirve pescados así, el nivel en Seúl es mucho más bajo. Este estaba espectacularmente bueno, sin duda el mejor que tomé desde que estoy en Corea.
Namhae es un buen lugar para ir de vacaciones, y posiblemente un fin de semana sea suficiente para visitar lo más destacado. Sin embargo, fruto de nuestra experiencia, en vez de dos días saltando de lugar en lugar yo propondría cuatro días tranquilitos y de relax. Si se puede disponer de ese tiempo. Además no recomiendo ir en agosto porque el calor es excesivo. Quizá lo mejor sea ir en primavera u otoño y tomárselo con calma. Y una última cosa, ¡cuidado con las medusas!
Si quieres ver más fotos, aquí tienes un vídeo con las mejores.
La verdad es que tenías razón...No debería haberlo leído jejeje. ¡¡Qué bonito!! Esto solo hace más grandes mis ganas de viajar a Corea.
ResponderEliminarY no es peloteo pero creo que este es un blog digno de leer cada día. Es de gran calidad. Supongo que te lo han dicho muchas veces pero acostumbro a decir lo que siento :)
¡Ánimo y sigue contándonos tus aventuras y desventuras!
Gemma
Pues muchas gracias por tus lindas palabras :)
EliminarMuy interesante, No conocía esto de las medusas en las playas coreanas. He visto un documental de como pueden llegar a ser peligrosas en determinados lugares como en Australia. ¿Es así en Corea también?
ResponderEliminarParece que este verano en Corea murieron un par de niños por picaduras de medusa... Si lo llego a saber antes no me lo habría pensado mejor antes de entrar al agua :S
EliminarSe ve que es un lugar cojonudo para perderse unos días
ResponderEliminarY tanto! Lo que yo daría por pasar una semanita perdido por allí, sin agobios ni estrés... :)
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