Paseo frustrado por Birr, el centro de Irlanda
En Irlanda hice muchos viajes. Recorrí casi toda la isla, coleccionando lugares memorables y también grandes decepciones. Sin embargo, también se me quedaron algunas espinitas clavadas. Por ejemplo Birr, un pueblo que tenía bastante cerca y al que fui dos veces, en ninguna de las cuales pude entrar en el que pasa por ser uno de los castillos con un jardín más hermoso de toda Irlanda.
Con apenas 5.000 habitantes, Birr se encuentra más o menos en el centro de Irlanda. Esto no lo digo solo viendo el mapa, sino que hay una piedra que tradicionalmente se considera el centro del país desde hace siglos. Como eso de situar el centro de un país es más complicado de los que parece, vamos a dejarlo en simple anécdota. Más allá de piedras legendarias, este pueblo está declarado como Herencia Cultural de Irlanda debido sobre todo a que se conservan varias casas georgianas construidas en el siglo XVIII. Completan el pack de arquitectura histórica la iglesia de St. Brendan construida en 1815 y el castillo de Birr.
El castillo de Birr, cuya historia se remonta la siglo XII, aún está habitado por los descendientes herederos del condado de Rosse, por lo que es la construcción habitada más antigua de Irlanda. Aunque el castillo solo se abre al público en ocasiones especiales, sí es posible acceder a los jardines. Por desgracia, cuando visité el pueblo no pudimos acceder a los jardines por cuestión de minutos. Me quedé con las ganas de ver los bojes de 300 años, inscritos como los más altos del mundo por el Libro Guinness, pero me ahorré unos euros.
Lo que más me hubiera gustado ver es el Leaviatán de Pasonstown. Parsonstown no es más que el antiguo nombre de Birr, y la palabra leviatán se refiere al que fue el mayor telescopio del mundo desde su construcción en 1845 hasta 1917. Con una distancia focal de 16 metros y un arcaico pero ingenioso sistema de movimiento, era un auténtico coloso para la época. Tras servir a la ciencia durante varias décadas, cayó en desuso a principios del siglo XIX y fue desmantelado poco después. A finales de los 90 se construyó una réplica con el mismo tamaño, que es una de las grandes curiosidades desconocidas de Irlanda.
La construcción más antigua que aún está habitada en Irlanda, los bojes más altos del mundo, el telescopio más grande del mundo en el siglo XIX... Muchos récords para un pueblo tan pequeño. Y, además, parece que en este lugar en el año 1888 el condado de Tipperary ganó a Galway el partido de hurling con menor anotación de la historia. Esto último no sé si es algo bueno o malo, pero me recuerda que un día de estos tengo que hablar el deporte irlandés por excelencia.
Aunque caminé bastante por las calles de este pueblo, viendo todo excepto el castillo, la única fotografía digna de publicación es la de arriba. Lo cierto es que ese día iba más pendiente de la compañía que del entorno, y aparte de llegar tarde se nos hizo de noche rápidamente. Aún así, la espinita de no haber podido ver el castillo ni el Leaviatán aún me escuece.
PD: Vale, sé que un post sobre un lugar que no se pudo visitar en condiciones, siendo además una historia de hace años, no es la mejor manera de empezar una semana. Estoy de acuerdo, pero es que aparte de ser lunes, que ya es bastante desgracia, un día que empieza con una noticia tan mala no merece otra cosa.
Comentar es gratis y aumenta karma ;)