Prisión de Seodaemun, un símbolo de la lucha por la independencia de Corea
Hoy es 15 de agosto, un día muy curioso porque es festivo tanto en España como en Corea. En España se celebra el día de la Asunción, y en Corea se conmemora el fin de la ocupación japonesa. El Día de la Liberación se merece una entrada especial, así que he recuperado las fotos de la visita que hice hace justo un año a la Prisión de Seodaemun, uno de los símbolos de la represión que Japón ejerció en Corea. Marcado como lugar histórico 324, es una visita obligada para cualquier persona con interés en la historia de Corea.
La Prisión de Seodaemun fue construida en 1908, cuando Japón ya cortaba el bacalao en Corea (aunque la anexión oficial fue en 1910). Es la mayor y más famosa de las prisiones que los japoneses tenían en distintos puntos de Corea para encerrar y torturar a los coreanos contrarios a la ocupación. Al principio había 16 prisiones dedicadas a presos políticos, pero llegaron a ser 30 centros como este repartidos por toda Corea.
Es un complejo construido con unos característicos ladrillos rojos, fabricados mediante trabajos forzados por presos de la prisión Gyeongseong, cuyo origen está marcado con un carácter chino que aún es visible en algunos ladrillos de los muros. En esta prisión hay varios edificios que servían para diferentes funciones, y todos encierran historias capaces de poner los pelos de punta a cualquiera.
El edificio más cercano al muro exterior es la cocina, que estuvo operativa entre 1923 y 1987. Fue demolida en 1988 y reconstruida en 2010, y ahora alberga las tiendas y oficinas. Este edificio, como todos los demás, muestra abundantes paneles informativos sobre la historia de la prisión y la vida de los presos. Son historias muy interesantes que merece la pena leer, aunque eso signifique alargar la visita por varias horas.
El edificio principal es la prisión, que tiene tres galerías y podía albergar a unas 500 personas. En este lugar los presos se diferenciaban por el color del uniforme. Los convictos llevaban uniformes rojos, los no convictos usaban uniformes azules y los pacientes llevaban uniformes blancos. Los vigilantes japoneses impedían que los presos dialogasen, por lo que se desarrolló un sistema de comunicación mediante golpecitos en las paredes. Recibían una comida llamada "kata", que consistía principalmente en cereales y arroz, y cuya cantidad dependía de la condena y la cantidad de trabajos forzados que realizase el preso. Los presos podían ver reducida su condena mediante programas de educación pro-imperialista y anti-coreana. Los que se portaban mal eran encerrados en las celdas de aislamiento, que medían apenas 3 metros cuadrados. Había una sala tan pequeña que apenas cabía una persona de pie, y además era tan oscura que era llamada la "sala de tinta".
También hay un edificio de ingeniería, consistente en 12 salas donde los prisioneros realizaban trabajos forzados durante 10 o 14 horas al dia. Cada una de las prisiones estaba especializada en materiales concretos. En Seodaemun se elaboraban uniformes para el ejército y las otras cárceles. Más tarde, al estallar la Segunda Guerra Mundial, empezó a fabricar también armamento y munición para el ejército japonés.
Hay un pequeño edificio que destaca del resto por estar situado en un pequeño montículo al fondo de la prisión. Es la leprosería, construida en 1923, donde se encerraba a los presos gravemente enfermos.
Una parte de la prisión especialmente triste es el lugar donde se ejecutaba a los condenados a muerte. Es un pequeño recinto rodeado por un muro dentro del cual no está permitido tomar fotografías, y a cuya entrada hay un álamo plantado en 1923. Este árbol es llamado el "álamo de los lamentos", ya que los condenados abrazaban el árbol antes de ser ejecutados, lamentándose por no haber podido conseguir la independencia de Corea. Justo al lado de este lugar hay un túnel del cual se puede ver la entrada. Es un pasaje secreto por el cual se llevaban los cadáveres. Fue descubierto en 1992 y se restauraron los primeros 40 metros. No se sabe muy bien hacia donde se dirigía.
Hay un edificio aún más sobrecogedor que todos los anteriores. Se trata del lugar donde los activistas coreanos eran torturados, algunos de ellos hasta la muerte. Cuando lo visitamos estaba parcialmente en reconstrucción, así que aún tengo pendiente visitarlo en su totalidad. De todas formas, lo que vi fue más que suficiente para hacerme sufrir. La crueldad de los métodos de tortura que se exponen es indescriptible, y las historias de las personas que sufrieron estas torturas son muy tristes. Es imposible visitar este lugar y no emocionarse.
En el sótano hay cuatro celdas para las mujeres, que no superan el 1.48 de altura. Una de las mujeres que murió torturada en este lugar es Yu Gwan-sun, que se ha convertido en uno de los grandes símbolos de la lucha de Corea frente a la ocupación japonesa, al igual que el corredor Sohn Kee-chung y otros personajes históricos. Todo esto está documentado con muchos paneles informativos, que listan por ejemplo la mayoría de incidentes y revueltas que protagonizaron los patriotas coreanos. La mayoría lo pagaron con una estancia en esta prisión, muchos de ellos con torturas, y bastantes con su vida.
Corea se libró de la ocupación japonesa en 1945, con la rendición de Japón que puso punto y final a la Segunda Guerra Mundial, pero la historia de esta prisión no terminó ahí. A partir de entonces fue usada por los sucesivos dictadores de Corea del Sur para encerrar a los contrarios al régimen y activistas que luchaban para llevar la democracia a Corea. Es triste pensar que esta prisión sirvió para castigar a los coreanos que luchaban por la independencia y, una vez conseguida esta, siguió castigando a los coreanos que pedían la instauración de una democracia en el país.
Finalmente la democracia se alcanzó en 1987, justo antes de las Olimpiadas de Seúl 1988, y la prisión quedó por fin vacía. Ahora es un centro cultural que forma parte del Parque de la Independencia desde 1992, y puede visitarse por un precio simbólico de 1.500 won (descuentos para niños, ancianos y soldados).
Hay un día al año en que la entrada es gratuita, un día que simboliza la lucha por la independencia de la misma forma que esta prisión. Ese día es hoy, 15 de agosto. Si estás en Seúl, no tienes excusa para no visitar este lugar.
Muy interesante el artículo. Yo estuve hace poco en un sitio parecido, el "Terror Haza" de Budapest, el edificio-museo donde detenían y torturaban durante la época fascista y comunista de Hungría. Está visto que todos los países tienen épocas de su pasado realmente tristes...
ResponderEliminar¡Un saludo!
Todos los países tienen su parte de historia negra. Lo bueno es que estos lugares se conserven y sirvan para que la memoria no se olvide.
EliminarGracias por la mención. Vi la entrada pero no pude leerla hasta hoy. u_u yo también te pondré mención. :)
ResponderEliminarDe nada... Al escribir esto me acordé de tu post y de que estás describiendo las distintas partes de la prisión, y me pareció interesante para que los lectores vean una descripción más detallada y una opinión diferente (aunque similar en este caso).
Eliminar