Seorae, el barrio francés de Seúl

En Seúl viven pocos occidentales, que normalmente estamos desperdigados por diversas zonas. Sin embargo, hay una comunidad que sí se concentra en el mismo punto. Son los franceses, medio millar de los cuales viven en un barrio del distrito de Seocho-gu, en el sur de la capital de Corea.

Todo empezó cuando el Liceo Francés, la escuela internacional para franceses residentes en Corea, se trasladó a este barrio. Muchos franceses fijaron también aquí su residencia, y poco a poco se fueron abriendo tiendas, panaderías y cafeterías que dan un cierto aire parisino a esta zona. Tanto es así que este barrio es conocido como el barrio francés de Seúl, y muchos coreanos acuden al lugar a pasar una tarde de fin de semana en un ambiente un tanto diferente.

No todo son tiendas francesas, también hay restaurantes tan coreanos como este.

Ahora es normal ver cafeterías y panaderías en cualquier rincón de Seúl, pero antes no era tan común. Además, algunos de estos establecimientos son regentados por franceses y cuentan con empleados franceses. De ahí la fama de este barrio.

Una de las características de este barrio es la abundancia de tiendas de vino y queso. A los coreanos nos les gusta el queso, y es uno de los pocos productos occidentales que sigue siendo difícil de encontrar en los supermercados. El vino se está haciendo más popular, pero aún es una moda reciente. En Seorae hay muchas tiendas donde, por un precio algo superior a lo normal, nos podemos dar un capricho europeo.

Un vinoteca enooorme.

Un ejemplo de por qué este barrio tiene algo especial. En Seorae hay una franquicia de la cadena de panaderías Paris Croissant, que es algo así como Paris Baguette pero un poquito más caro. Sin embargo, esta panadería tiene poco que ver con el resto de la franquicia y podría compararse perfectamente con la famosa panadería Paul. Hay panaderos franceses, y la harina y otros ingredientes son importados directamente de Francia. El resultado es un pan buenísimo, un café igual de bueno, y unos brunch excelentes.

Una de las mejores panaderías de Seúl.

Pan real que hace sonreír a mis ojos.

Todo esto hace que Seorae tanga un cierto aire especial. Incluso se diría que hay menos tráfico que en otras zonas, y que la gente camina un poco más despacio. El cóctel se completa con algunos parques y zonas verdes, para crear una de las zonas de Seúl más agradables para pasear un domingo por la tarde.

Seocho, al igual que la cercana Gangnam, es una zona residencial cara. Aquí vive mucha gente pudiente, con negocios propios o buenos empleos. Eso se nota en las tiendas y en las propias casas, que son aún más caras de lo que es normal en Seúl. Muchos de los franceses que viven aquí son expatriados que trabajan en empresas internacionales, con salarios desorbitados y gastos pagados.

Casas de lujo en el corazón de Seocho.

Un deportivo circulando por las calles del barrio francés.

Balneario de Seorae, que no debe ser precisamente barato.

Nosotros nos dimos un buen paseo un domingo de otoño. Ese día comenzamos en este barrio francés, pasamos por el "parque de las orugas" y llegamos a Gangnam, para terminar regresando por el mismo camino y ver el espectáculo nocturno de luces del Puente Banpodaegyo.

Si vienes de turismo a Seúl probablemente no merezca la pena visitar este barrio. Pero si vives en esta ciudad, seguro que hay días que te aburres y no sabes muy bien qué hacer. En esos días, un paseo por el barrio francés de Seúl puede ser una fantástica opción para vivir un ambiente algo distinto de lo habitual. Y es que a veces no hace falta coger un avión para sentirse en Francia por un día.

¿Qué me dices? ¿Te gustaría pasear por este barrio francés de Seúl?

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