The Irish Observer

En la foto hay un hombre fumando un puro, apoyado en la entrada de su casa. "Nada de especial", estarás pensando. Craso error. Tienes ante ti a toda una institución en Irlanda.

Este hombre es fumador de puros profesional. Y no solo eso, sino que convierte en arte la actividad de estar apoyado en un muro. A ver si se piensa alguien que es fácil pasarse 20 horas al día en la misma posición.

Siempre que salía del pueblo irlandés donde trabajaba, este hombre me observaba. Ya fuera andando o en coche, era imposible escapar a su mirada. De día o de noche, con lluvia o con sol en días nublados. Él siempre estaba allí, manteniendo la posición, vigilando el pueblo, dando un toque humano a una calle poco transitada.

Recuerdo una ocasión en que regresé a casa un sábado a las tres de la mañana tras unas pintas por Limerick. Él estaba ahí. Apenas unas horas después, a las 8 de la mañana, salí hacia Limerick para una partidillo de tenis dominical. Él también estaba ahí. Fumando. En su posición. Ese día pasó de ser anécdota y se convirtió en leyenda.

Algún compañero insistía en llamarlo el Smoker-Watcher. Así, con un cierto aire socarrón.

Para mí siempre será The Irish Observer. La leyenda.

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