El humidificador

En Corea los inviernos son muy fríos y secos. De noviembre a febrero es común pasarse semanas enteras bajo cero, con mínimas de 15 bajo cero o incluso algo menos. Pero lo más sorprendente para mí es que el aire está muy seco, ni rastro de humedad. Pasan semanas sin que llueva (y cuando lo hace cae nieve en vez de lluvia).

Por eso en invierno es común ver un aparato que para mí era desconocido: el humidificador. Los hay grandes y pequeños, negros y de colores, caros y baratos, pero básicamente todos hacen los mismo: humidificar el aire. Tienen un depósito de agua que hay que llenar de vez en cuando, y una ranura en la parte superior por la que echan el vapor (que curiosamente sale frío).

Parece que en cualquier momento fuera a salir Rammstein de entre la niebla.

La utilización de este aparato en invierno me sorprende porque yo siempre viví inviernos muy lluviosos, tanto en Galicia como en Irlanda, hasta el punto de que en mi casa teníamos un deshumidificador, que usábamos en invierno. Y quitaba litros y litros de agua del aire. Y ahora en Corea se los ponemos. Curioso.

¿Y porqué son tan secos los inviernos en Corea? Pues porque en invierno los vientos dominantes son del Norte, que traen aire continental de Mongolia y la Rusia asiática; un aire frío y seco. En verano es justo al contrario, los vientos más frecuentes vienen del Sur con aire del océano, caliente y cargado de humedad; por eso en verano hace mucho calor y llueve frecuentemente (muy distintos de los veranos suaves y secos a los que estaba acostumbrado). Si pudiera escoger me quedaría con los inviernos de Corea y los veranos de mi Galicia natal...

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