En Corea no es necesario comprar toallas

En Corea la competencia es feroz. Para cualquier tipo de actividad comercial existen distintas alternativas, a veces muy cercanas. En ocasiones la oferta es mayor a la demanda. En este contexto, la publicidad es muy importante. Está claro, si no te conocen no serán clientes; entonces, date a conocer.

Las formas de hacer publicidad son muchas y muy variadas. Las empresas importantes usan los típicos anuncios en prensa y TV; pero las pequeñas empresas no pueden permitírselo, y deben optar por formas más ingeniosas y directas. Sobre todo, es importante que el mensaje llegue al consumidor y que perdure en el tiempo. Para que el mensaje llegue al cliente potencial se suele usar el pequeño merchandising (bolígrafos, mecheros, caramelos... objetos inútiles o efímeros) o la publicidad entregada en mano (que dura en la mano lo que se tarda en encontrar una papelera). La pregunta es: ¿cómo hacer que el mensaje perdure en el tiempo? Pues en Corea han dado con una solución: las toallas.

Aquí es habitual que al hacer una compra en una tienda te regalen una toalla con publicidad. Lo hacen desde tiendas de cosmética a cadenas de electrónica, e incluso restaurantes recién inaugurados. Al final, los grandes beneficiados son los consumidores, que no necesitan comprar toallas. Eso sí, suelen ser toallas de "tamaño lavabo" y no de "tamaño ducha", por razones evidentes. La consecuencia última es que mucha gente usa las toallas pequeñas también para secarse tras una ducha. Yo lo he probado y sí, es suficiente.