Reflexiones sobre la polémica ubicación del ATC (almacén de residuos radioactivos de alta actividad)
Estos días se está levantando una gran polémica por la convocatoria pública lanzada a los ayuntamientos de España para albergar el futuro Almacén Temporal Centralizado de residuos radioactivos de alta actividad (ATC). Esta convocatoria terminó anteayer, y se han apuntado al menos 12 municipios: Yebra (Guadalajara, 567 habitantes), Ascó (Tarragona, 1608), Villar de Cañas (Cuenca, 463), Santervás de Campos (Valladolid, 141), Melgar de Arriba (Valladolid, 224), Zarra (Valencia, 500), Melgar de Abajo (Valladolid, 142), Torrubia de Soria (Soria, 80), Villar del Pozo (Ciudad Real, 108), Albalá (Cáceres, 798), Santiuste de San Juan Bautista (Segovia, 649) y Congosto de Valdivia (Palencia, 210 habitantes). También han sido varios los ayuntamientos interesados en optar a la instalación que, sin embargo, al final lo han rechazado. Tanto en unos como en otros, hay una clara división social entre quienes están a favor y en contra. Por un lado, los partidarios argumentan que es una gran oportunidad de crecimiento para unas zonas rurales en peligro de despoblación, y que no cuentan con fuentes de ingresos. Por otra parte, los detractoren se basan en la supuesta inseguridad de las instalaciones, posibles filtraciones dañinas para la agricultura y la fauna y flora locales, el perjuicio a actividades relacionadas con el turismo, y en general ese miedo a todo lo nuclear tan arraigado en España. De hecho, el 56,4% de los españoles se muestra en contra de que se contruya un cementerio nuclear en su pueblo, haciendo buena una vez más la teoría del NIMBY (Not In My BackYard).Imagen de la central nuclear de Ascó. |
Lejos de alimentar polémicas estériles y discusiones llenas de demagogia, me he estado informando un poco e intentaré dar algunos datos objetivos sobre el tema:
En España hay 8 centrales nucleares en funcionamiento, y dos más en proceso de desmantelación, aparte de más de mil otras pequeñas instalaciones radioactivas (por ejemplo en hospitales). Estas instalaciones han producido (y seguirán produciendo) residuos nucleares de distintos tipos: muy baja actividad (prácticamente inofensivos), de baja o media actividad (inofensivos tras un máximo de 30 años) y de alta actividad (activos durante más de 30 años, hasta miles de años en algunos casos). Podemos estar a favor o en contra de la energía nuclear, pero los residuos están ahí y hay que hacer algo con ellos, y trasladarlos a otro país es poco ético y además acarrearía unos costes brutales (del orden de 100.000 € diarios). Montar almacenes a nivel europeo sería una solución, pero de momento está muy lejos, y además tendríamos el mismo problema cuando algún municipio español quisiese optar a uno de ellos.
Actualmente los residuos se almacenan en las propias centrales nucleares, en contenedores o sumergidos en piscinas. Pero estas piscinas tienen una capacidad limitada que ya está superada en algún caso, y que será superada en pocos años por casi todas las centrales. Si no se construye el ATC, habría que construir un pequeño almacén en cada central, aparte de pagar por el almacenamiento en Francia de los residuos de la central de Vandellós I, clausurada en 1989. Esto supondría un coste de 1.700 millones de euros, frente a los 700 millones de euros que cuesta construir al ATC.
Veamos qué significa eso de Almacén Temporal Centralizado:
Almacén: es una instalación pasiva, donde tan sólo se almacenan los residuos radiactivos ya acondicionados. No se produce energía (excepto el calor que hay que disipar), ni reacciones en cadena, ni es contaminante.
Temporal: autorizado para un periodo de 60 años, aunque está diseñado para cien.
Centralizado: a él irá todo el combustible gastado y los residuos de alta actividad de las centrales nucleares españolas, permaneciendo así en un sólo lugar y con una gestión única.
Vista aérea del futuro ATC e instalaciones auxiliares. |
Físicamente, el ATC será una estructura similiar a una nave industrial (sobre la superficie, no subterránea), de aproximadamente 283x78 metros y 26 metros de alto. El espesor de los muros de hormigón será de un metro y medio y los conductos de aire de los edificios de almacenamiento (necesarios para el circuito de aire para disipar el calor producido por los residuos) tendrán una altura de 45 metros.
Y funcionalmente, el ATC será una instalación diseñada para guardar en un único lugar todos los residuos de alta actividad que se producen en España (más de 10.000 m3). Estos residuos permanecerán allí durante 60 años, almacenados en un sistema de espacios modulares. La instalación gestionará unas 7.000 toneladas de combustible gastado, así como residuos de actividades procedentes del reprocesado de combustible y unos 1900 m3 de residuos de desmantelamiento de instalaciones nucleares, que por distintos motivos no se pueden almacenar en el Almacén Centralizado de El Cabril (almacén ya existente para residuos de baja o media actividad). Estos materiales se reciben, descargan, preparan e introducen, acondicionados en cápsulas de acero inoxidable, en los tubos de almacenamiento, mediante un proceso completamente automatizado. La instalación estará preparada para resistir todo tipo de accidentes o catástrofes, desde un terremoto a un huracán, pasando por el impacto de un avión pequeño.
Según Enresa (Empresa Nacional de REsiduos radioactivos, S.A.), que es la empresa encargada de gestionar los residuos nucleares en España, las grandes ventajas del ATC son:
- Minimiza el número de instalaciones nucleares.
- Optimiza los recursos, tanto humanos como económicos, destinados a la seguridad física y radiológica del combustible gastado al centralizarse éste en un único lugar.
- Soluciona la necesidad de gestión del combustible gastado que ya existe en España desde la puesta en marcha de la primera central nuclear (1968).
- Es una instalación probada y en funcionamiento en los países más avanzados.
- Tiene en cuenta el avance de la investigación antes de optar por soluciones definitivas.
La cuestión es: ¿porqué almacenarlos durante 60 ó 100 años, en vez de buscarles un emplazamiento definitivo? El motivo es que todavía no se sabe qué se hará con estos residuos a largo plazo, y puesto que pueden permanecer activos durante más de mil años, no es cuestión de enterrarlos en el fondo de una mina y olvidarse de ellos. Al final quizá haya que hacer un gran almacén permanente para ellos, pero se barajan otras posibilidades. Hay tecnologías para reutilizar las barras de combustible usado hasta agotarlas, de forma que el residuo radioactivo sería mucho menor, pero estas investigaciones necesitan aún muchos años antes de ser viables. Mientras tanto, en vez de dejar los residuos repartidos por las centrales, se considera más práctico y seguro tenerlos todos juntos en un almacén especialmente diseñado para ello.
Almacén nuclear Habog, en Holanda. |
Y para quien tenga curiosidad por saber cómo es el proceso de selección, aquí dejo el enlace a la publicación en el BOE de la Resolución 21107 del 23 de diciembre de 2009, de la Secretaría de Estado de Energía, por la que se efectúa la convocatoria pública para la selección de los municipios candidatos a albergar el emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos de alta actividad (ATC) y su centro tecnológico asociado.
Diagrama explicativo sobre el ATC. |
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Ya puestos, se podría hacer un pelín más grande y guardarle los deshechos a algún vecino europeo (previo paso por caja).
ResponderEliminarEso sería una buena idea: una forma fácil de hacer dinero. El problema es que, viendo la reacción desmesurada ante este ATC, imagínate qué pasaría si hablan de traer residuos de otros países.
ResponderEliminarY Francia y Gran Bretaña llevan años guardando residuos españoles.
ResponderEliminarAdemás, harán cosas bastante peores con la gente en contra...no quiero mencionar cierta reforma laboral...
El problema es que la fisión nuclear en sí, es uno de tantos ejemplos de la arrogancia humana y un despropósito que nunca debería de haberse desarrollado ni para usos civiles ni militares, principalmente porque siempre se partió del desconocimiento de los efectos de esta tecnología en el largo plazo. Partiendo de este error, todos los técnicos solo coinciden en una cosa: no existe ninguna solución buena para el almacenamiento de los residuos altamente radiactivos (procedentes de las centrales y del desmantelamiento de arsenales nucleares), y ¿por qué no hay una solución buena?, porque la vida radiactiva de esto materiales es tan grande, que sobrepasa de lejos toda la capacidad de predicción humana de los factores que podrían afectarles en el largo plazo. Debemos de tener en cuenta que estos materiales permanecerán en los niveles de alta radiactividad por más de 100.000 años, y se estima que necesitaran de más de 500.000 para ser considerada materia no radiactiva.
ResponderEliminarPara que nos hagamos una idea, las pirámides de Egipto tienen entre 2000 y 3500 años de antigüedad y los fósiles más antiguos de Homo sapiens datan de hace unos 200.000, sin mencionar que en el último siglo ha habido dos guerras mundiales, cientos de conflictos armados, ataques terroristas, golpes de estado, dictaduras, crisis económicas y políticas, genocidios y exterminios en masa, fenómenos geológicos y climatológicos destructivos (terremotos, huracanes, inundaciones, etc...).
Lo de custodiar estos materiales de forma segura en el futuro yo lo comparo con lo de mandar una nave espacial a otra galaxia, actualmente el ser humano simplemente no dispone de la tecnología necesaria para hacerlo, y ese es el asunto de fondo, que después de unas décadas generando irresponsablemente toneladas de basura radiactiva indestructible, nos damos cuenta que el problema es mucho más serio del que nunca pensamos. Solo podemos plantear soluciones temporales y rezar por que en los próximos años algún científico descubra algún procedimiento para anular radiactivamente estos materiales.
Un uso inadecuado de las toneladas de material radiactivo que se han generado solo en España en los últimos, daría capacidad suficiente como para exterminar la vida en la tierra, ¿Quién va a asumir esta responsabilidad?.