Patatas fritas con miel y mantequilla, la última obsesión en Corea del Sur

En Corea sucede con frecuencia que un artículo se hace extremadamente popular de un día para otro, haciendo que de repente todo el mundo use las mismas botas y el mismo abrigo, se tome selfies de la misma forma o haga largas colas para comprar helados con miel o crujientes bolas alemanas.

Estas últimas semanas está pasando algo parecido con un snack. Algo tan simple como unas patatas fritas está provocando olas de mensajes en internet porque la fábrica no da abasto y son casi imposibles de conseguir justo cuando todos los surcoreanos las quieren probar.

Yo empecé a sospechar que algo no era normal hace dos o tres semanas cuando vi un tuit promocional que anunciaba patatas fritas. Poco después empecé a ver mensajes al respecto en las redes sociales. Incluso mi esposa se quejó porque no podía probar las patatillas de marras.

Se ve que la locura es mucho más intensa en la gran megaciudad, porque la semana pasada fuimos de viaje a Danyang, una pequeña ciudad en el centro del país, y casualmente vimos las patatas en el supermercado del condominio donde nos alojamos. Resistirse habría resultado inútil. Cuando quise darme cuenta ya tenía una patatilla en la mano.

Las patatillas de la felicidad.

Tuit promocional anunciando patatas fritas.

El snack de la discordia son unas patatas fritas con miel y mantequilla llamadas Honey Butter Chip (허니버터칩). Dicen que son diferentes a cualquier otra variedad porque, en vez de ser saladas y picantes, su sabor es más bien dulce. Yo las probé y la verdad es que me parecieron bastante saladas, aunque es cierto que el dulce gana al salado. Aún así, su salto a la fama no lo veo justificado.

La fábrica está trabajando 24 horas al día seis días a la semana, llenando bolsas de patatas -y mucho aire- sin parar; y no es capaz de satisfacer la demanda. Aún ahora los supermercados de Seúl no tienen stock de estas patatillas. Muchos ponen mensajes pidiendo disculpas a los clientes. Otros, los que consiguen poner a la venta algún palé, limitan el número de bolsas que puede comprar cada persona. En internet hay gente revendiendo las patatas por cantidades muy superiores a su precio de venta. Es el apocalipsis patatil.

El cartel de la izquierda avisa de que es difícil conseguir la patatas, y que se limita la venta a dos bolsas por persona.
El cartel de la derecha pide disculpas por no poder satisfacer la demanda de las patatillas. [traducción aquí]

Y todo esto para nada, porque estoy seguro de que antes de que acabe el año el resto de marcas de snacks ya tendrán a la venta sus propias patatas fritas con miel y mantequilla. Aunque para entonces la moda ya habrá pasado, y lo que veremos serán estanterías llenas de patatas con miel de diferentes marcas que no interesan a nadie.

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