Buenos recuerdos de un hotel de diseño en el centro de Atenas
Ha pasado ya bastante tiempo desde nuestra luna de miel en Grecia, en la que visitamos Atenas, Santorini y Meteora. Por la capital griega pasamos varias veces y nos hospedamos en tres hoteles diferentes, entre los cuales sobresale por méritos propios el que quiero presentar hoy. La primera etapa del viaje era pasar cuatro días en Atenas, por lo que buscamos un hotel bien situado para no complicarnos con desplazamientos. También queríamos algo decente, que no se diga. Y creo que acertamos de pleno al escoger el Hotel Classical Fashion House, que además no se disparó demasiado en precio pese a presentarse como de cinco estrellas.Un extra con el que no contábamos fue poder ver el monte Licabeto desde el balcón. La verdad es que de las vistas apenas disfrutamos, porque nos pasamos los días pateando la ciudad, pero tener una referencia famosa en el horizonte siempre es un punto a favor. Decía que el hotel se presentaba como "hotel de diseño", y no sin razón. Desde la entrada a los pasillos, pasando por las escaleras, cada rincón tenía algún detalle interesante. Mención aparte merecen las habitaciones, decoradas todas con motivos y colores diferentes. Como en motel coreano, pero con estilo.
De lo que sí disfrutamos a conciencia fue de un buffet para desayuno espectacular, de lo mejor que he probado. La sala para desayunos, fiel a la filosofía del hotel, estaba decorada como un campo de fútbol. Pero de esto solo me di cuenta al revisar las fotos tras regresar, porque en el viaje tenía algo mejor que hacer que apreciar la decoración: comer.
La gran estrella del buffet, como en el resto de hoteles que probamos en Grecia, era el yoghourt griego. Se me hace la boca agua al recordar la gran palangana llena de yoghourt natural, fresco y cremoso, para comer sin límite acompañado de miel o frutas. Era tan grande la tentación que se hacía difícil prestar atención al resto de opciones disponibles, pese a ser tan apetitosas como aparecen en estas dos fotos.
Como demostración de que el hotel estaba en el centro valga esta última imagen, que tomamos en unos de los últimos días. Era domingo, al atardecer, y poco a poco se fue montando una gran fiesta en la calle. La gente gritaba, los coches tocaban la bocina sin parar, e iban todos con banderitas. En un primer momento pensé que un equipo de Atenas había ganado algún trofeo de fútbol o baloncesto, porque ya sabemos de la fogosidad de los seguidores griegos. Pero nada de eso. Era domingo electoral, y la gente celebraba la victoria de un partido político. Lo que son las cosas, unos meses después comenzó la gran crisis y se descubrió que el país estaba en la ruina por culpa de esos políticos.
Nos hospedamos en este hotel en dos ocasiones, en la primera estancia en la capital y también en los dos últimos días. En la segunda ocasión teníamos reservado otro hotel más sencillo, pero resultó ser mucho peor que sencillo. Solo una vez en mi vida renuncié a un hotel que tenía reservado por estar en pésimas condiciones, y fue en Atenas. No podíamos dejar que una última mala experiencia nos arruinase el recuerdo del viaje, así que cancelamos la reserva (con la correspondiente reclamación) y fuimos a un cibercafé a reservar otra vez en el hotel de esta reseña. Siempre mejor por internet, claro, porque reservando in situ el precio casi se multiplicaba por dos.
✈ Para saber más sobre nuestro viaje de 10 días por Grecia, mira aquí: Atenas + Santorini + Meteora.
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