Tercer cumpleaños de Sonia

No suelo poner fotos personales en este blog, ni mías ni de Miyoung o Sonia, pero hoy me tendrás que perdonar un momento de debilidad familiar. Hace un par de días celebramos el tercer cumpleaños de nuestra hija Sonia, y fue un día tan feliz que sería egoísta por mi parte no compartir un poquito de esa felicidad con los lectores de este blog.


Parece mentira que hayan pasado ya tres años desde aquel primer día en que pude ver a mi hija recién nacida. Cuando se ve a un niño cada día es difícil apreciar los cambios, pero echando la vista atrás me doy cuenta de que la Sonia de hoy no se parece en casi nada al bebé de hace tres años. Ha crecido mucho, ha aprendido muchas cosas, y ha evolucionado hasta dejar atrás esa primera etapa de bebé para convertirse en una niña pequeña. Ahora ya se comunica con nosotros, y somos capaces de tener auténticas conversaciones sobre temas tan interesantes como el sentido de la vida Pororo. Podríamos decir que ya habla coreano mejor que yo, y por suerte también va avanzando con el español.

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Con las atracciones a este precio, ¿quién no deja a su niña jugar toda la tarde?

Este tercer cumpleaños fue el primero que disfrutó siendo plenamente consciente del significado del día. No fue una celebración tan tradicional como en el doljanchi, pero sí fue incluso más feliz. Todas las fotos de este post son de ese día: en un parque infantil, en un centro de juegos, y celebrando el cumpleaños en un restaurante. Por cierto, no deja de sorprenderme que en Corea es normal entrar en una restaurante o cafetería con una tarta comprada en otro establecimiento, y comerla ahí sin ningún problema. Esto es de lo más común cuando se celebra algo, y se hace de una forma totalmente natural.

Para redondear del recuerdo de un día tan bonito, voy a compartir incluso un vídeo...

Sonia, y por supuesto su madre, son la luz de mi vida. Por ellas vine a Corea, y por ellas sigo luchando cada día en este país. Todo esfuerzo es poco cuando a cambio recibo tanto cariño, porque con su sonrisa incluso los días grises parecen más claros.

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