Primera nevada del invierno en Seúl

Hoy iba es escribir otra cosa, pero todo cambió cuando en la oficina se escuchó un "ooohhhhh" y todo el mundo giró la cara hacia la ventana. Estaba nevando en Seúl, lo cual suele pasar al menos un par de veces cada invierno. Lo que ya no es habitual es que la primera nevada caiga en noviembre. Este es mi cuarto invierno en Corea, y es la primera vez que veo nevar tan pronto.

Vista al noroeste: plaza Cheonggye donde comienza el arroyo Cheonggyecheon.

Todo empezó cuando Arnau puso una foto diciendo que estaba nevando en Cheonan, una ciudad al sur de Seúl. Tras la sorpresa inicial pensé "pues a ver si hay suerte y la nube con nieve pasa por Seúl también". Dicho y hecho, apenas una hora más tarde sonaron los "ooooohhh" y ya solo faltaba un Santa Claus bonachón para redondear la estampa. Las predicciones dicen que este invierno será largo y muy frío, y de momento están acertando. Si seguimos por este camino, va a ser mejor ir preparando los esquís porque será la única forma de moverse por las calles.

Vista al noreste: Torre Jongno (antes Torre Samsung) y campanario Bosingak.

Sospechando que la nevada sería efímera subí rápidamente a la azotea, desde donde tomé las fotos que ilustran este post. Por el lado norte se veía muy bien la nieve sobre el arroyo Cheonggyecheon y el campanario Bosingak. Por el lado sur no se veía ni la nieve ni la montaña Namsan, pero la vista también es bonita. Mientras un grupo de valientes nos encaramábamos al bordillo para tomar las fotos, un ajeossi se esforzaba por limpiar algunas hojas secas antes de que el suelo se mojase definitivamente.

Este año el invierno llega antes de que el otoño se haya marchado del todo. Es muy bonito tener cuatro estaciones, pero no me gusta el reparto: cinco meses de frío invierno, dos meses de inestable primavera, cuatro meses de caluroso verano y apenas un mes de otoño. Un mes es muy poco tiempo para disfrutar de mi estación favorita en Corea.

La parte sur, con el ayuntamiento a la derecha y la montaña Namsan al fondo.

En fin, que la nieve se fue tan rápido como vino. En ningún momento llegó a cuajar en el suelo, pero yo pongo unas fotos de todas formas por la sorpresa que me produjo ver nieve tan pronto. Ahora espero no volver a verla hasta dentro de un mes por lo menos, porque es muy bonita pero muy poco práctica. Pero como mi nivel de influencia en los dioses del clima es mínima, me temo que pronto veremos más nieve y habrá que dar por inaugurada la temporada de caídas de culo 2013-2014.

Me gustó esta foto de la salida de humos en una azotea adornada por parabólicas y antenas.

Por cierto, qué bonitas las vistas desde la azotea de este edificio en Jongno, ¿verdad? Es una de las cosas que más echaré de menos cuando por fin deje mi trabajo esta misma semana.

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