Clones en un concurso de belleza de Corea

Hace un par de meses alcanzó cierta repercusión una foto que comparaba a varias coreanas participantes en un concurso de belleza. Este concurso no era Miss Korea, sino un concurso local de Daegu cuya ganadora se clasificaría para Miss Korea. Tras aparecer en un blog de Japón, muchas otras webs se hiciceron eco de la sorprendente similitud entre las concursantes, que parecen algo así como un ejército de drones sexys.

Las 20 concursantes tienen características bastante similares entre sí: entre 20 y 25 años, con una altura comprendida entre 164 y 176 centímertros y un peso entre 45 y 55 kilos. Además son todas de la misma región, pero eso no explica una apariencia tan homogénea. Aunque en un principio se culpó del sorprendente parecido a un exceso de cirugía plástica, lo cierto es que las concursantes son bastante diferentes entre sí. La similitud está causada por un exceso de maquillaje y un alto grado de photoshop. En las siguiente imágenes, la apariencia real de las chicas.

Estos concursos a mí me importan menos que cero, pero este caso me parece bastante curioso. Hace unos meses vi un reportaje en TV sobre el tema, que mostraba cómo se las gastan las agencias detrás de estas chicas. Estas agencias cobran un auténtico dineral, de forma que solo las chicas de familias más ricas se lo pueden permitir. A cambio del dinero, tal como decía una de las encargadas, pueden conseguir que cualquier chica sea la siguiente Miss Korea. Todo es cuestión de dieta, cirugía estética y "contactos". En este caso, la palabra "contactos" debe leerse con 's' de soborno y 'f' de favores sexuales. Las chicas que se quedan en el camino acaban siendo carne de cañón de los burdeles business rooms o salones de masaje tan abundantes en Corea.

Por cierto, parece que al final el drone de Daegu ganó el concurso de Miss Korea 2013.

¿Cirujano experto o photoshopper obsesivo?

Ahora mismo en Corea impera un patrón de belleza muy definido: ojos grandes, nariz puntiaguda, frente redondeada y mandíbula pequeña y triangular. Y todo se puede comprar en una clínica de cirugía estética. Sí, incluso la mandíbula se puede cambiar. La moda de los últimos años es la v-line, una operación que corta y lima la mandíbula hasta que queda como en las fotos de la derecha. Los posibles efectos secundarios son parálisis facial, no poder cerrar la boca completamente, imposibilidad de comer sólidos y dificultades al hablar. Además la recuperación tarda varias semanas, en las que las chicas deben vestir una especia de arnés que literalmente impide que se les caiga la mandíbula, y por supuesto nada de comer alimentos que no sean bebibles. Aun así, cada vez es más popular. El porqué una chica de veinte años se endeuda y arriesga su vida para cambiar su mandíbula es algo que escapa a mi capacidad intelectual.

Acerca de la recuperación he visto un proyecto artístico muy interesante que presentaré en unos días (aquí está: Chicas coreanas recuperándose de operaciones de cirugía estética). Hoy solo quería comentar hasta qué punto el aspecto físico puede ser importante en un país obsesionado con lo más superficial de las personas. Un detalle que sirve como ejemplo: en Corea es común retocar las fotos para carnets y pasaportes. Como lo lees, la mayoría de establecimientos donde se pueden sacar fotografías para carnet ofrecen un servicio de photoshop incluido en el precio. Las chicas suelen agrandarse los ojos y estrecharse la cara, mientras que los chicos se limitan a corregir imperfecciones.

Queda claro: donde no alcanza la cirugía llega el maquillaje, y donde no alcanza el maquillaje siempre queda el photoshop.

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