La Playa de las Catedrales (Galicia)

En Galicia hay dos playas de una belleza muy especial. Una es la Playa de Rodas, en las Islas Cíes, declarada como una de las más bellas del mundo por ser la única playa que tiene mar por ambos lados. La otra es la que voy a presentar hoy: la Playa de las Catedrales.

Punto de acceso a la Playa de las Catedrales.

Esta playa, que en realidad se llama Playa de Aguas Santas, está situada en el Concello de Ribadeo, muy cerca de la frontera entre Galicia y Asturias. La Playa de las Catedrales es famosa por sus espectaculares formaciones rocosas, producto de la erosión del viento y el mar sobre las rocas de pizarra y esquisto.

Uno de los primeros arcos de roca, muy cerca del punto de acceso.

Cuando el oleaje abre una pequeña grieta en el acantilado, ésta va agrandándose poco a poco hasta formar una cueva. Al final, el techo acaba colapsándose, formando un entrante en la roca. Estos entrantes y salientes, a su vez, también sufren la erosión, formando columnas que recuerdan a los arbotantes de una catedral. Hay zonas con varias de estas columnas, de hasta 30 metros de altura, apoyadas en el acantilado, de forma que parece que estamos viendo el lateral de una catedral, y de ahí el nombre turístico de la playa.

Arbotantes de roca al final de la playa.

¿Verdad que parece una catedral del mar?

La belleza de este lugar solo puede ser admirado cuando hay marea baja, ya que con la pleamar la playa se cubre de agua. Así pues, es importante verificar el horario de mareas antes de hacer el viaje, para no quedarse con la miel en los labios. También hay que tener cuidado con la marea y no despistarse, ya que en esta zona sube muy deprisa. Aunque la playa no es muy grande, solo tiene un acceso, y puede ser una faena (y algo peligroso si hay mal tiempo) encontrarse con que la marea ha subido y hay que regresar nadando.

Aunque la Playa de las Catedrales es el punto más bonito de esta zona, no es lo único que merece ser visitado. Esta porción de costa tiene varios kilómetros con las mismas características, aunque no sea tan espectacular. Hay un paseo de madera que permite caminar por la costa mientras se disfruta del paisaje, y recomiendo ir hasta el final.

Roca cortada "a cuchillo".

Yo fui a esta playa varias veces, aunque está casi en las "antípodas gallegas" de mi casa familiar. Sin embargo, por una de esas casualidades inexplicables, compré mi primer portátil en una tienda de Ribadeo y aproveché el viaje para visitar la playa por primera vez. Unos años más tarde regresé ya con Miyoung, y le gustó mucho el lugar pese a que la marea nos jugó una mala pasada y nos tuvimos que mojar los pies al regresar :D

Un arbotante, a contraluz.

Entrada de una de las grutas.

Esta playa es uno de los puntos obligatorios en una visita a la provincia de Lugo, o para quienes hagan un recorrido por la costa cantábrica. A mí me encanta, y me parece uno de los lugares más "mágicos" de Galicia. ¡No os la perdáis!

Al fondo, una de las formaciones más reconocibles de esta playa.

El arco visto de cerca, con estrella invitada.

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