Últimas notas (y resumen) del viaje a Jeju
Mi reciente viaje a Jeju me llenó de material para escribir. Ya publiqué varios posts con lo que me pareció más interesante, y hoy voy a finalizar (¡por fin!) la serie sobre este viaje anotando varias cosas dignas de mención, pero que quizá no merecen entradas propias.Tumbas tradicionales cerca del cráter Sangamburi. |
Como ya comenté en otros posts, Jejudo (제주도) es una isla vocánica situada al Sur de Corea. Esto se hace sentir a lo largo y ancho de la isla. Desde lo alto del monte Hallasan (que es un volcán) hasta la costa, salpicada de formaciones volcánicas. De hecho toda la isla está llena de piedras volcánicas de color negro, que lo habitantes de Jeju utilizan para construir sus casas (y los dolhareubans). Aparte de todo esto, hay varios cráteres creados por las muchas erupciones del volcán, la última hace unos mil años.
Panorámica del cráter Sangamburi. |
En total son unos 360 volcanes parásitos en la isla, la mayoría de los cuales no tienen cráter. De todos estos, quizá el más espectacular sea el Sangumburi (산굼부리), no en vano es el monumento natural 263 de Corea. Tiene dos kilómetros de diámetro y 132 metros de profundidad, y es un valioso lugar de estudio debido a que su flora permanece casi aislada del resto de la isla. En el camino hacia el cráter hay una zona con varias tumbas tradicionales, muy antiguas, que demuestran que siempre fue considerado un sitio especial. Ahora el lugar está acondicionado para la visita de turistas, y se puede pasear alrededor del cráter. Cobran una entrada simbólica (3.000 won, 2 euros) pero creo que merece la pena. Está situado en Gyorae-ri, Jocheaon-eup (교래리, 조채온읍) y se puede llegar en coche o autobús.
Calamares secándose al sol, y tinajas con almejas y berberechos. |
Una de las principales fuentes de ingresos de la isla, aparte del turismo y la fruta, es el pescado y marisco. Es espectacular la variedad de especies que se pueden encontrar en un mercado como el que visité el último día. Pues bien, mucha gente se dedica a pescar o mariscar a pequeña escala, por lo que es común ver cómo secan las capturas en las casas, sobre todo en los pueblecitos costeros. Pueden verse desde calamares (los típicos que después se preparan a la parrilla y se toman como snack) a algas (que en Corea se consumen habitualmente).
Algas secándose al sol, al lado de la carretera. |
Por cierto, una curiosidad: en Jeju las mujeres no sólo son las encargadas de vender el marisco, sino también de recogerlo. Sólo las mujeres están autorizadas a extraer marisco, y se conocen como 해녀 (haenyeo). Parece ser que esta costumbre viene de hace varios siglos, cuando Jeju era saqueada frecuentemente por piratas. Los piratas mataban a todos los hombres que veían, y por eso sólo las mujeres se acercaban a la costa, mientras los hombres permanecían en el interior de la isla. También es por este motivo que la isla de Jeju fue conocida durante mucho tiempo por la escasez de hombres (la proporción de mujeres era mucho mayor que de hombres). En cualquier caso, así se explica porqué sólo las ajummas pueden bucear para recoger las apreciadas orejas de mar.
Una bonita farola en un paseo marítimo. |
Más información sobre Jeju en las entradas publicadas anteriormente sobre este viaje:
- En ferry hacia Jeju
- Pueblo tradicional coreano de Jeju
- Las cascadas "falsas" de Jeju
- Subida al monte Hallasan (la montaña más alta de Corea)
- Haemultang (sopa de marisco) en el restaurante Samseonghyeol de Jeju
- El ttukbaegi, otro plato típico de Jeju
- Comprando en un mercado tradicional de Jeju
- Columnas hexagonales de basalto de Jeju
- Dolhareubans, los guardianes de Jeju
- Roca Yongduam, la cabeza de dragón de Jeju
Para terminar, voy a recomendar la película Mi madre la sirena a todos los que tengan interés en aprender más sobre la forma de vida tradicional en Jeju. Es una cinta coreana muy sencilla, pero que a mí me resultó de gran interés por la forma en que retrata la vida de las haenyeo, las mujeres buceadoras de las que hablaba antes.
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